Desprendimiento de Retina
¿Qué es?
El desprendimiento de retina se produce cuando la retina se separa de los tejidos que se encuentran bajo ella. Aunque no causa dolor, produce un efecto de empañamiento de la visión, como si una cortina gris se moviera delante del campo de visión.
El desprendimiento de retina puede tratarse, pero debe hacerse de inmediato o causará pérdida de visión y, en los casos más graves, ceguera.
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El desprendimiento de retina suele producirse por la presencia de una retina extremadamente fina o dañada que deja entrar líquido intraocular en su interior. A medida que entra el líquido, empuja la retina y va separándola del tejido que le sirve de soporte, hasta que finalmente se produce el desprendimiento.
La parte desprendida de la retina ya no puede transmitir correctamente señales luminosas al cerebro. La visión puede verse también alterada por fugas de los vasos sanguíneos retinianos hacia la parte interna del ojo donde estaría normalmente el humor vítreo. Si el desprendimiento de retina avanza hasta la mácula, o parte central de la retina, el impacto en la visión puede ser más grave.
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Síntomas
El paciente observa la cortina gris mencionada anteriormente cuando el desprendimiento de retina ya se ha producido. No obstante, antes de que esto ocurra, hay algunos síntomas y signos que pueden alertar del posible inicio del desprendimiento de retina, como:
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Cuerpos flotantes acompañados de destellos luminosos en el ojo
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Comienzo súbito de visión borrosa
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Sombras o puntos ciegos en el campo de visión
Tratamiento
En un primer momento, si la retina únicamente está desgarrada y aún no se ha producido el desprendimiento, el oftalmólogo puede optar por un tratamiento preventivo (sin cirugía) aplicando un láser en la consulta (fotocoagulación). Una vez que la retina se ha desprendido, el único tratamiento posible es la cirugía.